En una emotiva y significativa ceremonia, el Área de Evangelización del Colegio Salesiano de Valparaíso, encabezada por el Padre Daniel Cerda Santander, entregó el Premio Domingo Savio a estudiantes desde 1° básico hasta IV° medio, por su activa participación y testimonio en el camino de la fe, los valores salesianos y el compromiso pastoral.

El reconocimiento, que se realizó en el Salón de Honor del colegio, reunió a un importante número de familias y apoderados, quienes acompañaron con orgullo y emoción a sus hijos en este especial momento. La presencia de las familias dio un sello especial a la ceremonia, reflejando el corazón del carisma salesiano: caminar juntos, educar en el amor y crecer en comunidad.

El Premio Domingo Savio: más que una medalla, un estilo de vida

El Premio Domingo Savio no solo destaca la participación en actividades pastorales, sino que valora profundamente el testimonio de vida cristiana que los estudiantes reflejan día a día, su cercanía con Jesús, su compromiso con el prójimo y su actuar con bondad, humildad y alegría, a ejemplo del joven santo italiano y discípulo de Don Bosco.

Ser merecedor de este reconocimiento implica más que destacarse en un área; significa ser luz en medio de la comunidad, ser promotor de la paz, la oración, la solidaridad y la esperanza, con un corazón dispuesto a servir, escuchar y acompañar.

Un colegio que forma en valores

Desde la Rectoría y el equipo pastoral, se destacó que este reconocimiento es reflejo de una formación integral, donde el crecimiento académico camina junto al desarrollo espiritual, emocional y valórico.

“El Premio Domingo Savio representa la esencia de nuestro proyecto educativo salesiano: formar buenos cristianos y honestos ciudadanos, con raíces en el Evangelio y mirada fraterna hacia el mundo”, expresó el Padre Daniel Cerda durante la ceremonia.

Asimismo, se agradeció profundamente el rol activo de las familias, quienes, con su apoyo, ejemplo y presencia, contribuyen a la formación de jóvenes con identidad, propósito y corazón abierto al bien.

La familia y la escuela: una alianza transformadora

La jornada dejó en evidencia el valor del acompañamiento familiar, clave en la vida de fe y en la educación de nuestros estudiantes. Ver a madres, padres y apoderados compartir este momento junto a sus hijos fue un recordatorio de que la educación en la fe no es solo tarea de la escuela, sino una misión compartida.

Con cantos, oraciones y palabras de reconocimiento, la comunidad educativa salesiana celebró con alegría esta premiación que no solo mira los logros, sino el camino, la actitud y el espíritu con que se vive la fe en lo cotidiano.

Un momento para recordar

La ceremonia concluyó con una foto grupal de los estudiantes reconocidos junto a sus familias, signo visible de una comunidad que cree, celebra y crece unida. Sin duda, una experiencia que deja huella y anima a todos a seguir caminando con fe, alegría y compromiso.

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